Noticias de la Marina Baixa
Benidorm y la Costa Blanca se preparan para una Semana Santa de alta ocupación con previsiones muy optimistas
El tirón de las reservas de última hora, el buen tiempo previsto y la llegada de turistas internacionales sitúan a Benidorm en un 86,8% de ocupación, mientras Altea escala 20 puntos en una semana
Las previsiones se han cumplido y la Costa Blanca encara una Semana Santa con ocupaciones hoteleras que superan las expectativas iniciales. En municipios como Benidorm, Altea o l’Alfàs del Pi, el repunte de reservas de última hora, junto al atractivo del clima, han disparado la demanda hasta niveles próximos al 90%. La ciudad de Benidorm lidera el ranking con una previsión del 86,8%, consolidándose como epicentro del turismo de sol y playa en estas fechas clave para el sector.
La Costa Blanca se consolida un año más como uno de los destinos favoritos del turismo nacional e internacional durante la Semana Santa, con datos que confirman un importante repunte de las reservas hoteleras en los días previos al inicio del periodo festivo. A nivel general, la Comunitat Valenciana ha incrementado en seis puntos sus previsiones respecto a la semana anterior, alcanzando una media del 79% de ocupación, con picos que rozan el 90% en algunos municipios turísticos.
El caso más destacado es el de Benidorm, que se sitúa a la cabeza de la ocupación hotelera en la Comunitat con un 86,8% de previsión para los días centrales de Semana Santa. Junto a los altos números de camas, se trata de una cifra que confirma el liderazgo histórico de la capital turística de la Comunitat, tanto por su capacidad hotelera como por su atractivo para los mercados internacionales, especialmente el británico, que vuelve a ser mayoritario esta temporada.
Le sigue Altea, que ha protagonizado el crecimiento más notable de los últimos siete días, al incrementar en más de 20 puntos su previsión, pasando del 62,3% al 82,9% actual. Este ascenso sitúa a la Villa Blanca en niveles de ocupación similares a los de años récord y evidencia el efecto directo de las reservas de última hora, especialmente entre el turista nacional que aguarda a conocer la previsión meteorológica para tomar su decisión.
Por su parte, otros destinos del litoral alicantino como l’Alfàs del Pi (74,5%) y Calpe (73,3%) también han mejorado significativamente sus previsiones, consolidando la fortaleza del producto turístico de la Costa Blanca, que ofrece una amplia variedad de alojamientos, actividades al aire libre y una programación cultural y festiva adaptada a todo tipo de visitantes.
El presidente de HOSBEC, Fede Fuster, ha señalado que “la excelente climatología prevista hasta el lunes festivo, junto al esfuerzo del sector por mantener un servicio de calidad, permiten hablar ya de una Semana Santa muy positiva para la Costa Blanca y para la economía turística de la zona”.
Las previsiones se ven reforzadas por el flujo constante de llegadas al aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández, que se mantiene como la principal puerta de entrada de turistas internacionales a la Comunitat. Solo para esta Semana Santa, se han programado más de 360.000 asientos, con un peso destacado del mercado británico (120.000 plazas), seguido de Países Bajos, Alemania, Noruega y Bélgica. Esta alta conectividad aérea ha sido clave para anticipar reservas en los hoteles de Benidorm, que tradicionalmente cuenta con una de las carteras de clientes más internacionales de España.
En contraste con otros destinos más condicionados por el turismo de proximidad, la Costa Blanca mantiene un equilibrio entre cliente nacional e internacional, lo que permite sostener la ocupación incluso antes de que se confirme el buen tiempo. No obstante, la previsión meteorológica, que augura días soleados sin precipitaciones, ha terminado de disparar las reservas de última hora, tanto en la costa como en el interior de la provincia.
Desde HOSBEC se estima que, si se mantiene el ritmo actual de reservas, muchos establecimientos hoteleros podrán colgar el cartel de completo en los días clave, especialmente entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección. Las proyecciones finales de BigDataHOSBEC sitúan la ocupación entre el 80% y el 90%, dependiendo de la zona y del segmento del cliente.
Estos datos suponen un importante balón de oxígeno para la industria hotelera, que encara la Semana Santa como el primer gran termómetro del año turístico, con un impacto directo en la restauración, el comercio y las actividades de ocio complementarias. La combinación de infraestructuras hoteleras de primer nivel, una oferta variada y un entorno privilegiado refuerza a Benidorm y al conjunto de la Costa Blanca como uno de los destinos más sólidos del panorama nacional.

La Costa Blanca se consolida un año más como uno de los destinos favoritos del turismo nacional e internacional durante la Semana Santa, con datos que confirman un importante repunte de las reservas hoteleras en los días previos al inicio del periodo festivo. A nivel general, la Comunitat Valenciana ha incrementado en seis puntos sus previsiones respecto a la semana anterior, alcanzando una media del 79% de ocupación, con picos que rozan el 90% en algunos municipios turísticos.
El caso más destacado es el de Benidorm, que se sitúa a la cabeza de la ocupación hotelera en la Comunitat con un 86,8% de previsión para los días centrales de Semana Santa. Junto a los altos números de camas, se trata de una cifra que confirma el liderazgo histórico de la capital turística de la Comunitat, tanto por su capacidad hotelera como por su atractivo para los mercados internacionales, especialmente el británico, que vuelve a ser mayoritario esta temporada.
Le sigue Altea, que ha protagonizado el crecimiento más notable de los últimos siete días, al incrementar en más de 20 puntos su previsión, pasando del 62,3% al 82,9% actual. Este ascenso sitúa a la Villa Blanca en niveles de ocupación similares a los de años récord y evidencia el efecto directo de las reservas de última hora, especialmente entre el turista nacional que aguarda a conocer la previsión meteorológica para tomar su decisión.
Por su parte, otros destinos del litoral alicantino como l’Alfàs del Pi (74,5%) y Calpe (73,3%) también han mejorado significativamente sus previsiones, consolidando la fortaleza del producto turístico de la Costa Blanca, que ofrece una amplia variedad de alojamientos, actividades al aire libre y una programación cultural y festiva adaptada a todo tipo de visitantes.
El presidente de HOSBEC, Fede Fuster, ha señalado que “la excelente climatología prevista hasta el lunes festivo, junto al esfuerzo del sector por mantener un servicio de calidad, permiten hablar ya de una Semana Santa muy positiva para la Costa Blanca y para la economía turística de la zona”.
Las previsiones se ven reforzadas por el flujo constante de llegadas al aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández, que se mantiene como la principal puerta de entrada de turistas internacionales a la Comunitat. Solo para esta Semana Santa, se han programado más de 360.000 asientos, con un peso destacado del mercado británico (120.000 plazas), seguido de Países Bajos, Alemania, Noruega y Bélgica. Esta alta conectividad aérea ha sido clave para anticipar reservas en los hoteles de Benidorm, que tradicionalmente cuenta con una de las carteras de clientes más internacionales de España.
En contraste con otros destinos más condicionados por el turismo de proximidad, la Costa Blanca mantiene un equilibrio entre cliente nacional e internacional, lo que permite sostener la ocupación incluso antes de que se confirme el buen tiempo. No obstante, la previsión meteorológica, que augura días soleados sin precipitaciones, ha terminado de disparar las reservas de última hora, tanto en la costa como en el interior de la provincia.
Desde HOSBEC se estima que, si se mantiene el ritmo actual de reservas, muchos establecimientos hoteleros podrán colgar el cartel de completo en los días clave, especialmente entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección. Las proyecciones finales de BigDataHOSBEC sitúan la ocupación entre el 80% y el 90%, dependiendo de la zona y del segmento del cliente.
Estos datos suponen un importante balón de oxígeno para la industria hotelera, que encara la Semana Santa como el primer gran termómetro del año turístico, con un impacto directo en la restauración, el comercio y las actividades de ocio complementarias. La combinación de infraestructuras hoteleras de primer nivel, una oferta variada y un entorno privilegiado refuerza a Benidorm y al conjunto de la Costa Blanca como uno de los destinos más sólidos del panorama nacional.


















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