Noticias de Benidorm
Benidorm mapea el efecto isla de calor para diseñar medidas de confort climático urbano
Más de veinte sensores térmicos instalados en distintos puntos del municipio permitirán conocer las zonas más afectadas por el aumento de temperatura urbana y aplicar soluciones basadas en criterios científicos    
   
	 
    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        			        			        			        			        			        			        
    
    
    El Ayuntamiento de Benidorm, en colaboración con la Universidad de Valencia, avanza en un estudio técnico que analiza el impacto del efecto isla de calor en la ciudad. La iniciativa, financiada por el Plan de Sostenibilidad Turística, tiene como objetivo recopilar datos precisos para impulsar actuaciones que mejoren el confort térmico en los espacios públicos.
	
	
        
        
        			        			        			        			        			        			        			        	
                                
                    			        			        
        
                
        
        Benidorm ha iniciado un proceso de análisis urbano centrado en detectar las zonas más afectadas por el denominado efecto isla de calor, un fenómeno que incrementa las temperaturas en áreas densamente edificadas en comparación con zonas rurales o más naturalizadas. Esta acción se enmarca en el Plan de Acción contra el Cambio Climático y cuenta con el respaldo técnico de la Universidad de Valencia.
 
Según ha explicado el concejal de Espacio Público, Francis Muñoz, “hace un mes se instalaron más de veinte sensores térmicos en puntos estratégicos de la ciudad con el fin de obtener un mallado térmico pormenorizado”. Estos dispositivos han recogido ya una primera muestra de datos, que se encuentra actualmente en fase de análisis por parte del equipo investigador.
 
Adrián Ferrandis, representante de la Universidad de Valencia, ha detallado que “la segunda medición se realizará en el mes de junio, permitiendo así comparar los datos recogidos en distintas condiciones climáticas y obtener una imagen precisa de la situación térmica del municipio”. El informe final servirá de base para que el consistorio determine qué medidas adoptar en las zonas más vulnerables al calor urbano.
 
Ferrandis ha señalado que, aunque los datos aún son preliminares, ya se han identificado diferencias térmicas de entre dos y tres grados en función del tipo de suelo o el grado de naturalización del entorno. “Estas diferencias evidencian la necesidad de   corredores climáticos o zonas renaturalizadas”, ha indicado.
 
Por su parte, Muñoz ha subrayado que “los puntos analizados se han seleccionado con rigor técnico y no de forma aleatoria, lo que permite proyectar futuras intervenciones como la implementación de arquitectura textil o la renaturalización de espacios urbanos”.
 
El edil ha confirmado que tanto el estudio en curso como las actuaciones derivadas del mismo están financiadas con cargo al Plan de Sostenibilidad Turística de 2022, lo que refuerza el compromiso de la ciudad con una transformación urbana sostenible que tenga en cuenta las condiciones térmicas y el bienestar de la ciudadanía.
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                                                	
                                        
                                                                                                                                                                                                                                
    
    
	
    

Benidorm ha iniciado un proceso de análisis urbano centrado en detectar las zonas más afectadas por el denominado efecto isla de calor, un fenómeno que incrementa las temperaturas en áreas densamente edificadas en comparación con zonas rurales o más naturalizadas. Esta acción se enmarca en el Plan de Acción contra el Cambio Climático y cuenta con el respaldo técnico de la Universidad de Valencia.
Según ha explicado el concejal de Espacio Público, Francis Muñoz, “hace un mes se instalaron más de veinte sensores térmicos en puntos estratégicos de la ciudad con el fin de obtener un mallado térmico pormenorizado”. Estos dispositivos han recogido ya una primera muestra de datos, que se encuentra actualmente en fase de análisis por parte del equipo investigador.
Adrián Ferrandis, representante de la Universidad de Valencia, ha detallado que “la segunda medición se realizará en el mes de junio, permitiendo así comparar los datos recogidos en distintas condiciones climáticas y obtener una imagen precisa de la situación térmica del municipio”. El informe final servirá de base para que el consistorio determine qué medidas adoptar en las zonas más vulnerables al calor urbano.
Ferrandis ha señalado que, aunque los datos aún son preliminares, ya se han identificado diferencias térmicas de entre dos y tres grados en función del tipo de suelo o el grado de naturalización del entorno. “Estas diferencias evidencian la necesidad de corredores climáticos o zonas renaturalizadas”, ha indicado.
Por su parte, Muñoz ha subrayado que “los puntos analizados se han seleccionado con rigor técnico y no de forma aleatoria, lo que permite proyectar futuras intervenciones como la implementación de arquitectura textil o la renaturalización de espacios urbanos”.
El edil ha confirmado que tanto el estudio en curso como las actuaciones derivadas del mismo están financiadas con cargo al Plan de Sostenibilidad Turística de 2022, lo que refuerza el compromiso de la ciudad con una transformación urbana sostenible que tenga en cuenta las condiciones térmicas y el bienestar de la ciudadanía.




















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