Villajoyosa activa un protocolo pionero contra las agresiones sexuales en espacios de ocio y distribuye pulseras para prevenir la sumisión química

El Ayuntamiento de Villajoyosa ha formalizado su adhesión al protocolo de actuación contra las agresiones sexuales en espacios de ocio de la Comunitat Valenciana, impulsado por la Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda.

El protocolo fue formalizado esta semana con la firma del alcalde vilero Marcos Zaragoza, quien ha subrayado la importancia de garantizar espacios seguros e igualitarios: “Queremos que tanto los locales como los entornos festivos del municipio sean espacios libres de violencia sexual, donde mujeres y hombres puedan disfrutar en igualdad de condiciones”. La adhesión al protocolo implica un compromiso municipal firme para prevenir cualquier tipo de agresión sexual, especialmente durante eventos lúdicos y celebraciones populares.

Como parte de su implementación, la Unidad de Igualdad de la concejalía de Servicios Sociales e Igualdad, en colaboración con la Policía Local, ha comenzado a contactar con establecimientos de ocio nocturno para informar, formar e implicarlos en la estrategia. El primer establecimiento en sumarse ha sido la discoteca Mambovento, cuyo personal ha recibido formación específica para actuar ante situaciones de violencia sexual, reforzar la atención a las víctimas y activar el protocolo en caso necesario.

Además, se ha previsto que cada local adherido al protocolo designe a una persona responsable de su ejecución, incluyendo la atención inmediata a la víctima, el aislamiento del agresor y la notificación a la Policía Local y servicios sanitarios si fuera preciso. Esta acción se acompañará de la distribución de material gráfico explicativo y vinilos con instrucciones de actuación instalados en espacios clave, como los baños, para facilitar la detección y respuesta ciudadana ante casos de violencia sexual.

Uno de los elementos más innovadores de esta estrategia es la incorporación de las llamadas pulseras Centinela, un sistema de prevención diseñado para detectar sustancias empleadas en la sumisión química o ‘spiking’. Se trata de un dispositivo portátil que, con solo unas gotas de bebida, permite identificar estupefacientes con gran precisión. Además, cuenta con código QR, geolocalización y acceso a llamadas de emergencia, lo que refuerza la seguridad de las usuarias ante posibles agresiones.

Las pulseras, que ya se están distribuyendo en locales adheridos al protocolo y en los Puntos Violeta del municipio, pretenden ser una herramienta disuasoria eficaz frente a esta amenaza creciente. Según la última memoria del Instituto Nacional de Toxicología, una de cada tres agresiones sexuales en España está relacionada con la sumisión química, lo que sitúa esta medida como una prioridad en la agenda de prevención.