Villajoyosa transformará el edificio de los antiguos juzgados en un nuevo espacio cultural municipal

La consellera de Hacienda, Ruth Merino, y el alcalde de la Villajoyosa, Marcos Zaragoza, han firmado este lunes el protocolo que inicia la tramitación de la cesión en un acto celebrado en la Casa Museo La Barbera. En el encuentro ha participado también el Director General de Patrimonio, Tony Woodward, como representante del organismo autonómico encargado de gestionar el inventario de bienes públicos.

La cesión, de carácter gratuito y con una duración inicial de diez años, será prorrogable en bloques de cinco años hasta un máximo de treinta, permitiendo al consistorio planificar a largo plazo el uso de este espacio, que suma 1.323,21 metros cuadrados construidos distribuidos en planta baja, dos alturas y sótano, sobre una parcela de 462,94 metros cuadrados.

El edificio se encuentra cerrado desde el traslado de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción a su nueva sede en la calle Juan Tonda Aragonés. Según ha explicado la consellera Ruth Merino, esta cesión “materializa un compromiso adquirido con el Ayuntamiento, que por fin ve cumplida una reivindicación para dar un nuevo uso social y cultural al inmueble”.

Desde la perspectiva autonómica, el acuerdo representa también un ejemplo de eficiencia institucional. “La Generalitat dejará de abonar cada año alrededor de 7.700 euros en concepto de IBI y tasas por un edificio que no tenía uso, al tiempo que se potencia el patrimonio público poniéndolo al servicio de los ciudadanos”, subrayaba Merino.

Por su parte, el alcalde Marcos Zaragoza valoraba positivamente la colaboración entre administraciones y destacó que esta cesión “abre la puerta a la creación de nuevos espacios para la cultura y la participación vecinal en un punto céntrico de La Vila”. Según Zaragoza, la propuesta forma parte de una estrategia más amplia para recuperar y revitalizar inmuebles públicos con vocación de servicio ciudadano.

El procedimiento continuará ahora con la tramitación administrativa correspondiente hasta que se formalice la cesión definitiva. Mientras tanto, el Ayuntamiento vilero trabaja ya en la definición de los usos concretos que tendrá el edificio, con la vista puesta en equipamientos culturales, sociales o educativos que refuercen la oferta municipal.