El Balonmano Benidorm inicia una nueva etapa con la salida de nueve jugadores tras el descenso de la Liga Asobal

Con el técnico Marko Krivokapić confirmado al frente del banquillo, y acompañado ahora por Alejandro Cutanda como segundo entrenador tras la salida de Isidre Pérez, la entidad ha culminado ya su particular operación salida. Un proceso que marca el cierre de un ciclo y el inicio de un nuevo proyecto para la campaña 2025-2026, con el reto de devolver al club al lugar que le corresponde dentro del panorama nacional.

Entre las bajas más sensibles destacan las de Nacho Valles, el director de juego en las últimas campañas, y Pepe Oliver, un auténtico emblema del equipo que cierra una etapa de siete temporadas, seis de ellas consecutivas, con la camiseta benidormense. Ambos jugadores dejan una profunda huella no sólo en lo deportivo, sino también en el sentir de la afición del Palau.

También abandonan la disciplina benidormense los porteros Krystian Witkowski y Roberto Domenech, por lo que uno de los objetivos prioritarios en las próximas semanas será reforzar la portería con garantías para competir con solvencia en la categoría de plata.

El club ha perdido también a una de sus grandes promesas, el joven extremo italiano Tommaso De Angelis, de tan solo 19 años. Su progresión meteórica le ha situado ya en el radar de los grandes clubes del continente. Formado en el proyecto deportivo de Benidorm, su marcha simboliza el papel del club como lanzadera de jóvenes talentos en los últimos años.

Asimismo, completan la lista de salidas los nombres de Mané Abdoulah, David Roca, Nikolas Zarikos y Mirko Durovic, todos ellos parte del vestuario durante la última campaña en la élite.

En total, diez salidas que obligan a una reconstrucción en profundidad de la plantilla, que combinará la incorporación de fichajes con el impulso al talento local y juvenil, una de las señas de identidad de la entidad desde su ascenso a Asobal en 2014.