El PSOE propone transformar la Plaza de Toros de Benidorm en un pabellón multiusos con fondos de la Diputación

El Grupo Municipal Socialista de Benidorm, encabezado por su portavoz Cristina Escoda, ha propuesto rehabilitar la histórica Plaza de Toros de Benidorm, construida en los años sesenta, y transformarla en un pabellón multiusos cubierto. La iniciativa contempla convertir el recinto en un espacio insonorizado y acondicionado para eventos deportivos, musicales y culturales, con capacidad para entre 8.000 y 10.000 personas, siguiendo el modelo del Palacio Vistalegre de Madrid.

Escoda subrayó que la propuesta también incluye habilitar los despachos de la planta baja como locales para asociaciones y espacios de ensayo para bandas locales, revitalizando un edificio actualmente infrautilizado. “Queremos convertir lo que hoy es un edificio fantasma en un foco de actividad cultural, asociativa y deportiva que beneficie a toda la ciudad”, destacó.

La edil socialista cuestionó el “proyecto megalómano” planteado por el alcalde Toni Pérez, que incluía una biblioteca central, un centro joven y otras infraestructuras por valor de 13,7 millones de euros, proyecto que, según Escoda, fracasó por la “nefasta gestión de los fondos europeos EDUSI”. La portavoz del PSOE pidió a la Diputación Provincial de Alicante, presidida por el propio alcalde, que asuma el coste de esta nueva propuesta.

“Toni Pérez no ha conseguido que Benidorm reciba más fondos de la Diputación a pesar de presidirla. Creemos que es hora de aprovechar esa posición para financiar proyectos necesarios como la reforma de la Plaza de Toros”, apuntó Escoda.

Escoda destacó que convertir la Plaza de Toros en un pabellón multiusos ayudaría a resolver problemas logísticos relacionados con eventos como el Benidorm Fest, que actualmente se celebran en el Palau d’Esports l’Illa. “Esto aliviaría el cierre de las instalaciones deportivas durante grandes eventos y permitiría desestacionalizar festivales y actividades”, explicó.

La edil instó al equipo de gobierno a estudiar las ventajas de la propuesta, argumentando que es una opción viable y asequible en comparación con dejar el edificio en ruinas o apostar por proyectos demasiado ambiciosos.

“Benidorm necesita proyectos realistas que sean útiles para la ciudadanía. Es momento de mirar hacia el futuro y buscar soluciones que respondan a las necesidades de la ciudad,” concluyó Escoda.