María Ballester, pionera del turismo en La Cala de Finestrat, cumple 100 años

La Cala de Finestrat ha rendido hoy un emotivo homenaje a María Ballester, vecina del municipio y figura clave en el nacimiento del turismo local, con motivo de su 100 cumpleaños. Su nombre está ligado a los conocidos Apartamentos María, uno de los primeros edificios turísticos del entorno que comenzaron a construirse a principios de los años 70 como reflejo del incipiente auge turístico en la Costa Blanca.

Nacida en el antiguo Protectorado francés de Argelia, María Ballester vivió buena parte de su juventud en el norte de África, donde nacieron sus dos primeros hijos. En 1962, coincidiendo con la independencia de Argelia, la familia se trasladó a Francia, aunque por poco tiempo. El matrimonio formado por María y Gabriel Amat pronto encontró en el litoral alicantino una oportunidad con el crecimiento turístico de Benidorm y su entorno.

Guiados por esa visión, la familia se estableció en La Cala de Finestrat, donde, junto al constructor local Vicent Lloret, más conocido como Vicent de Liriet, levantaron los Apartamentos María, que aún conservan el nombre de la homenajeada. Peluquera de profesión, María compaginó durante un tiempo su negocio en Alicante con la vida familiar, hasta que regresó definitivamente a La Cala para involucrarse de lleno en la administración de la empresa de su esposo.

Esta mañana, el alcalde de Finestrat, Juanfran Pérez Llorca, junto a las ediles María Teresa Pérez Pérez y Estela Álvarez ha querido reconocer públicamente la contribución de María Ballester. “Su trabajo, su amor y su complicidad con La Cala de Finestrat son parte del alma de este lugar”, decía Pérez Llorca.

La visita ha tenido lugar en su residencia, donde, a pesar del delicado estado de salud que atraviesa, aún disfruta de momentos de lucidez y del sol y el mar que han marcado su vida. Según ha relatado su hija, Michelle Amat, “en ningún momento pensaron en abandonar esta playa, este lugar, este sitio: Finestrat”.

Con el paso del tiempo, María ha sido testigo del crecimiento de La Cala, de su evolución desde una zona casi virgen hasta el vibrante enclave turístico que es hoy, reflejo también de su propia historia. Una vida que resume la transformación de un pueblo y que, en palabras del alcalde, simboliza el compromiso de generaciones enteras que apostaron por este rincón del Mediterráneo como proyecto de vida y futuro.