Callosa d’en Sarrià da un paso histórico hacia la unidad de sus regantes para asegurar el futuro del agua

El salón de actos de la Comunitat de Regants i Usuaris de Callosa d’en Sarrià acogió este miércoles una presentación que podría marcar un antes y un después en la historia hídrica del municipio. El proyecto de integración de todas las comunidades de regantes en una única entidad fue presentado ante representantes del tejido agrícola, político, económico y social, en un acto donde la palabra más repetida fue "unidad".

La propuesta, que cuenta con el apoyo activo de la Generalitat Valenciana y la Confederación Hidrográfica del Júcar, plantea la creación de una única comunidad capaz de gestionar con criterios técnicos, sociales y económicos el agua de riego de todo el término municipal. La intención es acabar con la dispersión de esfuerzos, poner fin a un modelo hídrico fragmentado y afrontar con garantías los retos del siglo XXI.

El nuevo modelo permitiría pasar del riego tradicional por manta a un sistema digitalizado, con sensores, contadores inteligentes y software de gestión. Todo ello para reducir las enormes pérdidas actuales de agua, que asciende a más del 50% según los técnicos, y acceder a subvenciones como el PERTE 2 del Gobierno de España, que podría aportar hasta un millón de euros.

“No hablamos solo de agua, hablamos de futuro”, apuntaba el ingeniero Juan Bautista Torregrosa, que destacó el valor estratégico de un recurso escaso en una zona de alta producción agrícola como la Marina Baixa.

Fabián Villena, asesor jurídico del proyecto, recalcó que el nuevo modelo respetará criterios de democracia interna, con votos ponderados según la superficie de cultivo y un sistema que garantiza “igualdad de oportunidades y transparencia”. También avanzó que los regantes que no se sumen perderán acceso a las ventajas del nuevo sistema, y tendrán difícil su incorporación futura.

El proyecto ha sido respaldado por el Ayuntamiento de Callosa, cuyo alcalde Andrés Molina afirmó que “el consistorio estará representado en la nueva entidad y garantizará que este recurso sirva también al interés general del municipio, incluso al abastecimiento urbano si fuera necesario”.

La presentación también evidenció el respaldo social al proceso, con la presencia de representantes de la Cooperativa Agrícola, la DO Níspero, CaixaCallosa, ASAJA, la Unió de Llauradors y asociaciones vecinales y de mujeres.

La hoja de ruta contempla una nueva reunión el próximo 3 de septiembre en el local social de CaixaCallosa, donde se detallarán los aspectos técnicos y económicos antes de someter la adhesión a votación en cada una de las comunidades implicadas. Si el calendario se cumple, las obras de modernización podrían comenzar en un plazo de dos años, una vez aprobado el estudio ambiental.