Noticias de Villajoyosa
El Desembarc de Villajoyosa revive la toma mora de 1538 en un espectáculo multitudinario de fuego, mar y tradición
La escenificación histórica ha contado con más de 4.000 festeros y 25 embarcaciones para recrear el ataque berberisco que dio origen a la devoción a Santa Marta que hoy busca la declaración como BIC Inmaterial
Villajoyosa ha vuelto a mirar al mar para revivir uno de los momentos más significativos de su historia con el Desembarc. Con las primeras luces del amanecer y una playa Centro completamente abarrotada de público, más de 4.000 festeros han protagonizado este lunes 28 de julio la gran batalla entre moros y cristianos que recuerda el ataque berberisco de 1538, un hito que cimentó la tradición festera de la localidad y el patronazgo de Santa Marta.
La madrugada arrancó a las 3:00 horas con la salida de las tropas moras desde el puerto en 25 embarcaciones sarracenas. A las 5:00 horas, tras el toque de alarma, el ejército cristiano descendió por la Costera de la Mar bajo el mando del Rey Cristiano, Pedro López Morales, de la compañía Destralers, para formar campamento frente al castillo levantado sobre la arena.
La tensión se apoderó del escenario cuando, sobre las 6:00 horas, un laúd con bandera blanca se acercó a la orilla. En él viajaba el emisario moro, Rafael Hidalga, que fue conducido con los ojos vendados ante el Rey Cristiano para entregarle el ultimátum de rendición. Su rechazo encendió la mecha de la contienda. Con la bandera roja en alto como señal de guerra, las tropas moras desembarcaron y se lanzaron a la conquista de la villa.
![[Img #35133]](https://marinabaixadigital.es/upload/images/07_2025/8483_desembarc-agua-moros-y-cristianos-villajoyosa.jpg)
La batalla se desarrolló con el estruendo de la pólvora, los fuegos artificiales y la espectacularidad de un dispositivo escénico sin igual. El acto culminó con la Embajada Mora, en la que el embajador moro José Miguel Llinares, junto a su rey, Eugenio Gómez Aperador (de la compañía Negres), logró doblegar por unas horas al bando de la cruz, cuyo embajador, Luis García, defendió la villa desde las alturas del castillo.
El Desembarc, declarado de Interés Turístico Internacional, ha iniciado los trámites para ser reconocido además como Bien de Interés Cultural (BIC) Inmaterial, con el objetivo de proteger y ensalzar esta singular representación histórica que aúna tradición, cultura popular y sentimiento colectivo.
Los actos continúan esta tarde con la Reconquista y Embajada Cristiana, en la que las tropas de la cruz recuperarán el castillo y celebrarán una acción de gracias en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Allí, 21 salvas cerrarán simbólicamente la defensa de Villajoyosa y el homenaje a su patrona Santa Marta.
![[Img #35135]](https://marinabaixadigital.es/upload/images/07_2025/2823_castillo-desembarc-moros-y-cristianos-villajoyosa.jpg)

Villajoyosa ha vuelto a mirar al mar para revivir uno de los momentos más significativos de su historia con el Desembarc. Con las primeras luces del amanecer y una playa Centro completamente abarrotada de público, más de 4.000 festeros han protagonizado este lunes 28 de julio la gran batalla entre moros y cristianos que recuerda el ataque berberisco de 1538, un hito que cimentó la tradición festera de la localidad y el patronazgo de Santa Marta.
La madrugada arrancó a las 3:00 horas con la salida de las tropas moras desde el puerto en 25 embarcaciones sarracenas. A las 5:00 horas, tras el toque de alarma, el ejército cristiano descendió por la Costera de la Mar bajo el mando del Rey Cristiano, Pedro López Morales, de la compañía Destralers, para formar campamento frente al castillo levantado sobre la arena.
La tensión se apoderó del escenario cuando, sobre las 6:00 horas, un laúd con bandera blanca se acercó a la orilla. En él viajaba el emisario moro, Rafael Hidalga, que fue conducido con los ojos vendados ante el Rey Cristiano para entregarle el ultimátum de rendición. Su rechazo encendió la mecha de la contienda. Con la bandera roja en alto como señal de guerra, las tropas moras desembarcaron y se lanzaron a la conquista de la villa.
La batalla se desarrolló con el estruendo de la pólvora, los fuegos artificiales y la espectacularidad de un dispositivo escénico sin igual. El acto culminó con la Embajada Mora, en la que el embajador moro José Miguel Llinares, junto a su rey, Eugenio Gómez Aperador (de la compañía Negres), logró doblegar por unas horas al bando de la cruz, cuyo embajador, Luis García, defendió la villa desde las alturas del castillo.
El Desembarc, declarado de Interés Turístico Internacional, ha iniciado los trámites para ser reconocido además como Bien de Interés Cultural (BIC) Inmaterial, con el objetivo de proteger y ensalzar esta singular representación histórica que aúna tradición, cultura popular y sentimiento colectivo.
Los actos continúan esta tarde con la Reconquista y Embajada Cristiana, en la que las tropas de la cruz recuperarán el castillo y celebrarán una acción de gracias en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Allí, 21 salvas cerrarán simbólicamente la defensa de Villajoyosa y el homenaje a su patrona Santa Marta.
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