Altea incorpora policías franceses y alemanes a la vigilancia en plena temporada turística

Altea ha reforzado sus dispositivos de seguridad ciudadana este verano con la incorporación de dos agentes extranjeros procedentes de la Gendarmería Nacional Francesa y de la Policía Federal Alemana, que trabajan durante todo el mes de agosto como parte del cuartel de la Guardia Civil.

Los agentes Jessica, policía alemana de 29 años especializada en tráfico en la autopista federal de su país, y Robin, gendarme francés de 30 años con rango equiparable a suboficial, participan en patrullas mixtas junto a guardias civiles y comparten actuaciones con la Policía Local de Altea. Su presencia se enmarca en el Plan Turismo Seguro 2025, que busca garantizar un entorno de confianza para residentes y visitantes en los principales destinos turísticos españoles.

Durante su estancia, ambos desempeñan funciones de seguridad ciudadana en la calle, aportando además un valor añadido al trato con turistas de sus países de origen, lo que mejora la cercanía y la atención en situaciones cotidianas. Según agentes locales, la colaboración “es muy positiva” porque permite facilitar la comunicación con ciudadanos franceses y alemanes, numerosos en la zona.

Los propios policías extranjeros destacan que el intercambio supone una oportunidad para su carrera profesional y que, pese a no conocer de antemano el funcionamiento de la Guardia Civil, se han sentido rápidamente integrados por la similitud de procedimientos con sus cuerpos de origen. Ambos han expresado su voluntad de repetir la experiencia en futuras ediciones.

La presencia de agentes internacionales en Altea no es nueva, pero sigue llamando la atención entre vecinos y turistas al ver diferentes uniformes en los dispositivos de seguridad. Este despliegue responde a la colaboración entre países europeos y a la apuesta de las instituciones por reforzar la seguridad en destinos con gran afluencia de visitantes en verano.