Benidorm activa el Plan Director de Aguas Regeneradas para llevar el servicio a 6.200 viviendas en 2026 y rebajar el coste del agua

Benidorm se ha situado a la vanguardia de la gestión hídrica urbana con la aprobación del Plan Director para el Fomento de la Reutilización de Aguas Regeneradas, un documento estratégico que marca el desarrollo futuro de la ciudad en esta materia y que arranca con una primera fase en La Cala-Poniente para incorporar 6.200 viviendas a una red destinada al riego y al baldeo de zonas comunes.

En una entrevista concedida a Marina Baixa Digital desde la sede de Dinapsis Costa Blanca, el concejal de Ciclo del Agua, José Ramón González de Zárate, y el gerente de Veolia en la Marina Baixa, Ciriaco Clemente, analizan el origen, los objetivos, las fases y los retos de un plan que contempla casi 26 millones de euros de inversión y un ahorro potencial de hasta el 10% del consumo de agua potable.

El punto de partida del plan, aprobado en pleno el pasado 28 de noviembre, responde tanto a una exigencia normativa como a una decisión estratégica. González de Zárate explica que en 2023 se lanzó un Real Decreto que obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a contar con un plan director de agua regenerada. “Por lo que hemos podido comprobar, Benidorm es la primera ciudad que lo aprueba cumpliendo la ley”, señala.

Pero más allá del marco legal, la iniciativa nace de una reflexión sobre el propio modelo de ciudad. Clemente apunta que Benidorm ha alcanzado ya niveles muy altos de eficiencia en agua potable: “Mejorar más la red es prácticamente imposible. La única vía real para seguir avanzando era apostar por el agua regenerada”. Actualmente, una parte importante de este recurso se destina a usos agrícolas y públicos, pero existía margen para ampliar su aprovechamiento urbano.

El Plan Director plantea una implantación progresiva, concebida como un proyecto de ciudad a largo plazo. Una vez completado, permitirá ahorrar 1,5 hectómetros cúbicos anuales, lo que supone alrededor del 10% del volumen de agua regenerada de Benidorm, con impacto directo en el sistema hídrico de toda la Marina Baixa, al tratarse de recursos compartidos.

Durante la entrevista, ambos responsables subrayan que el agua regenerada no es un recurso experimental. González de Zárate recuerda que, aunque existían zonas sin posibilidad de conexión directa, ya se utiliza en Benidorm para el baldeo viario y el riego de jardines públicos y campos de golf, así como en agricultura de arbolado. “Ahora se extenderá para lo público y agricultura, pero llegará también lo privado”, ha resumido, señalando el cambio de modelo.

“Es agua que ha sido usada por los ciudadanos, depurada con tratamiento terciario y que vuelve al sistema con todas las garantías”, explica Clemente, además de añadir que la normativa actual establece controles y analíticas muy estrictas, incluso superiores a los del agua potable, en función de los usos autorizados.

La primera fase del plan ya está en marcha en la zona de Poniente-La Cala, donde se amplía la red existente con nuevas conducciones, sistemas de bombeo, filtrado y tratamiento. Según los datos aportados por el concejal, esta fase permitirá que más de 6.200 viviendas, lo que equivale a entre 20.000 y 30.000 personas puedan disponer de agua regenerada a partir del próximo año.

Uno de los argumentos centrales del proyecto es su impacto económico. “El metro cúbico de agua potable cuesta alrededor de 1,1 euros, mientras que el de agua regenerada ronda los 0,4 euros”, destaca González de Zárate, quien insiste en que el objetivo prioritario es el ahorro de agua potable, aunque el beneficio en el recibo será directo para comunidades y ciudadanos.

La morfología urbana de Benidorm juega a favor de la implantación. “Es una ciudad vertical, con edificios rodeados de zonas verdes privadas. No tiene sentido que esos jardines se rieguen con agua potable”, señala el edil benidormense. Esta característica convierte a Benidorm en un entorno especialmente adecuado para extender el uso del agua regenerada también al ámbito privado.

El desarrollo del plan no se limita a la red urbana. Una pieza clave es la modernización de la depuradora, con inversiones de la EPSAR que alcanzan los 14 millones de euros en Benidorm, a los que se suman entre 11 y 12 millones para la renovación de membranas, con el fin de aumentar la capacidad de producción de agua regenerada. “Si no tienes capacidad en la depuradora, no tienes agua”, resume González de Zárate.

En paralelo, el Ayuntamiento trabaja en la ordenanza fiscal que regulará la conexión y la facturación del servicio. “Es imprescindible para poder ponerlo en marcha y fijar el precio reducido del agua regenerada”, explica el concejal.

En el apartado financiero, la primera fase se ejecuta con fondos Next Generation, aunque el consistorio benidormense prevé acudir a todas las administraciones para seguir avanzando. Durante la entrevista, González de Zárate relata incluso una subvención denegada por el Ministerio para la Transición Ecológica: “Nos dijeron que no se podían poner tuberías de agua regenerada para regar árboles y que había que hacerlo con cubas, algo difícil de justificar desde el punto de vista ambiental”. Pese a ello, defiende que el Ayuntamiento seguirá adelante: “El agua es una prioridad para esta ciudad”.

El ahorro previsto es significativo. Benidorm destina actualmente cerca de 5 millones de euros anuales a la compra de agua potable. Con el despliegue completo del plan, el ahorro directo se estima en unos 750.000 euros al año, además de la reducción de costes para comunidades de propietarios.

La entrevista también aborda la dimensión comarcal del proyecto. González de Zárate confirma que ya se trabaja en posibles conexiones futuras con municipios como La Nucía o Polop, una vez se consolide la capacidad de las depuradoras. Además, Clemente destacaba que las inversiones previstas en las EDAR de Benidorm, Villajoyosa y Altea permitirán mejorar el aprovechamiento del agua en toda la Marina Baixa, con prioridad para el sector agrícola.

Sobre los plazos, ambos coinciden en que no hay una fecha cerrada de finalización. “No se puede levantar toda la ciudad de golpe, es un proceso similar al de Alicante, que empezó hace más de 20 años”, explica Clemente, aunque González de Zárate avanzaba que “se harán esfuerzos”, aunque la estrategia pasa por avanzar por fases, con proyectos preparados para concurrir a futuras subvenciones.

Por último, Clemente ha explicado el cambio de denominación de Hidraqua a Veolia como una decisión de marca sin efectos en la prestación del servicio: “Es un cambio exclusivo de marca, no hay ningún cambio jurídico ni mercantil, seguimos siendo los mismos: la misma empresa, la misma gente y el mismo servicio”. Según ha indicado, Veolia es la empresa más grande del mundo en gestión del ciclo integral del agua con 220.000 empleados, de forma que el objetivo es unificar bajo el nombre del grupo a distintas marcas que operaban en España, por lo que el cambio se irá reflejando en facturas, vehículos y señalética.